Hola, por si no me conoces soy Elena Marco, y mi relación con el Fitness Ballet comienza cuando finalmente tomo la decisión de bajarme de los escenarios. Atrás queda una época, una maravillosa época, ¿por qué no decirlo? de divertidos musicales, fantásticas obras de teatro, zarzuelas extraordinarias y excepcionales ballets clásicos.
Pero una cosa es dejar de estar en primera línea y otra muy distinta es desaparecer del mundo de la danza. Y como la segunda opción no estaba en mi mente, decidí aventurarme por el camino de la enseñanza.
Mis inicios como profesora
Al principio mis clases estaban enfocadas para jóvenes profesionales que querían formarse para obtener carrera en baile flamenco y ballet clásico. Cada lección o ensayo de cualquiera de estas dos disciplinas iba reforzada con una clase de “barra al suelo”. De esta forma trabajábamos los ejercicios con mayor intensidad debido a la resistencia que ofrece el suelo.
Cada poco tiempo recibía peticiones para acceder a las clases de ballet, pero al tratarse de adultos sin experiencia alguna, no había forma de cuadrarlos con el resto de mis alumnos. Y entonces se me ocurrió la idea de incluirlos en la clase de barra al suelo. Así efectuaban ejercicios físicos con “sabor a ballet” sin necesidad de tener una técnica y experiencia previa.
De pronto el boca a boca hizo el resto. El aula estaba repleta de alumnos de baile moderno, de flamenco, de simples amantes de la danza sin pretensiones profesionales e incluso de las madres de las niñas que estaban apuntadas a baile.
Gran popularidad, mejor preparación
Me di cuenta de que era una clase que tenía mucho éxito en todos los públicos, así que debía prepararme a conciencia cada clase. Para ello necesitaba entrenar diariamente para estar en forma y abordar de manera eficaz todas las clases diarias, tanto física como técnicamente.
Y al final, en un espacio de tiempo pequeño se apreciaron los resultados de todos mis alumnos. Por ejemplo, aquellos que se dedicaban de manera profesional vieron como su fuerza y elasticidad aumentaban. Los aficionados al ballet disfrutaban aprendiendo nociones básicas a la vez que sufrían las agujetas de un trabajo muscular intenso bien desarrollado. Tras los embarazos, las mujeres notaban una recuperación más productiva en sus cuerpos y lesiones como la escoliosis disminuían.
El fitness ballet, en la actualidad
Con paciencia, ganas, trabajo duro y una fuerte disciplina perfilé un fitness para bailarines profesionales y un ballet/fitness para el resto. Soy diferente a los demás ya que mi profesión es la danza clásica y eso es lo que alimenta y enriquece al Fitness Ballet.
No habrá un sentido que no trabaje y se estimule durante mis clases:
• El oído no escuchará simplemente la música de fondo, la seguirá y la reconocerá.
• La vista seguirá las coreografías y será capaz de combinar los ejercicios.
• Mediante el tacto acariciaremos el aire que nos rodea con las yemas de los dedos.
• Gracias al olfato obtendremos el olor característico de un aula de danza: mezcla de madera, calor, esfuerzo y trabajo.
• Y el gusto, el Fitness Ballet nos dejará un buen sabor de boca para iniciar o acabar nuestra jornada.
Pero…permitidme que añada un nuevo sentido, el emocional. La vida se basa en la búsqueda de pequeñas satisfacciones que van llenando el saco de la felicidad. Y mi objetivo es aportar una pequeña dosis a cada uno de vosotros y vosotras a la vez que unas buenas agujetas.
Aquí estoy, en directo, en una clase de ballet ☺
Si quieres saber más sobre mí o el Fitness Ballet, ponte en contacto conmigo y responderé a todas tus preguntas. ¡Te lo prometo! Gracias por estar ahí 😉
La energía no se crea ni se destruye solo se transforma… (Vaya sí se transforma) Me pregunto si Lavoisier pasaría algunas horas en esta clase antes de enunciar “su teoría” … Nunca habría creído que es posible sentir la energía anudada que comprime tu estómago deshacerse y recorrer un cuerpo llenando cada espacio de un nada muy cargado de azul, poder perder el contacto con la realidad para flotar en una verdad subjetiva, inventada, sólida y enérgica, con los pies bien clavados en el suelo y el alma en otra parte… gracias por este descubrimiento… nada es lo mismo después de pasar por aquí
Muchísimas gracias por tus palabras.